viernes, 22 de marzo de 2013

El día de hoy, nuestro último día en París, comenzo un poco más tarde de lo habitual: a las 8h estábamos todos desayunando un execelente café con pan y croissant. Las caras de todos son un auténtico poema, ojos enrojecidos, párpados caídos... la noche dedió de ser toledana, o rusa, por decir un adjetivo al azar. Tras el desayuno preparamos nuestras maletas, que dejamos en la entrada del hotel, y salimos en dirección al Canal St. Martín paseando por el faubourg Poissonnière y el Boulevard Magenta hasta llegar a uno de los puentes del canal. Allí nos hicimos la foto de grupo de rigor y tuvimos la suerte de ver cómo un barco llegaba en ese preciso momento; entonces la carretera giró, el barco pasó, entró en una esclusa que cerró las puertas y esperamos hasta que el canal se llenara de agua y alcanzara el nivel de agua adecuado para poder continuar navegando. Paseamos un rato más por las orillas del canal y regresamos caminando por la Gare de l´est y las puertas de St Martin y St Denis. En los alrededores del hotel aprovechamos para realizar las últimas compras: sudaderas para los hermanos, chocolates para mamá, más llaveros "torreiffel" ( definitivamente hemos acabado con las existencias) hasta la 1h30 que estábamos todos preparados para esperar el bus que debía llevarnos al aeropuerto de Orly. Sin embargo el autobús tardó en llegar y a los profes casi les da un ataque... pero llegó y llegamos a Orly con tiempo para facturar, volver a comer y embarcar a las 5h en punto. En el avión algunos tuvieron problemas para no dormirse encima del pasajero de al lado.Llegamos todos puntuales a Madrid... excepto la maleta de Diego. Nuestro periplo por París ha acabado pero no permitáis que os invada la nostalgia, el viaje no acaba nunca, sólo acaban los viajeros y casi siempre el final de un viaje es el inicio de otro. ¡Que así sea! para nosotros compartir éste con vosotros ha sido todo un placer.

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