jueves, 21 de marzo de 2013

El día de hoy comenzó a la hora habitual, es decir desayuno a las 7h30, pero hoy había un diferencia significativa; en lugar de darnos pan y croissant nos dieron croissant y pan ( por cierto, toda la bollería fina bastante mejor de lo que algunos dicen). Tras el desayuno los profes se portaron y se decidió que iríamos en metro hasta el Hôtel de ville ( ayuntamiento para los que sólo saben "zaragocés"). Delante del susodicho ayuntamiento, nadie se atrevió a imitar la escena del beso por lo cual seguimos camino hacia el Louvre, pasando por la Tour St Jacques. En el patio del Louvre vimos la famosa pirámide de cristal y el Arco de Carrusel delante del cual algunos hicieron gala de sus dotes de regateo y acabaron con las existencia de llaveros-torreeiffel de todo París. Luego tocó el museo: Código de Hammurabi ( homenaje al departamento de Historia), Venus de Milo, la Gioconda ( que defraudó un poco al personal), el Escriba sentado, la Encajera de Vermeer y una impresionante colección de pintura flamenca; todo lo cual nos dejó "époustouflés" para el resto de la mañana. Mucho museo el Louvre, a pesar de que el padre de Diego haya pintado la mayoría de cuadros en su casa y en menos tiempo... Volvimos a atravesar el Pont des Arts para ir a comer por la zona del Barrio Latino que luego, ya con el estómago lleno, pateamos convenientemente llegando desde el Panteón hasta los Jardines de Luxemburgo donde pasamos el "jueves al sol" a pesar de estar nublado. No hubo suerte a la vuelta, ya que regresamos a pie atravesando St Germain y revisitando la Pirámide del Louvre, ya iluminada. También pudimos ver cómo empezaban a encender las luces de la Torre Eiffel. Durante el tour peripatético hasta el hotel no faltaron palmas, palmitas, canciones y " cancioncitas" que, como decía ayer Sheyla, ya queremos olvidar. Aunque destrozados, todos llegamos sanos y salvos al Démiétoile.

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