Tras la visita al museo d´Orsay todavía estábamos así de sonrientes pero a última hora de la jornada no podíamos con nuestros pies. Nuestro acento francés mejora como la cabeza de una nube. Y llueve, como puede observarse mirando la foto inferior tomada tras el chaparrón vespertino en Montmartre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario